Los escáneres espirales fueron inventados en los años 1980, llevando al primer dispositivo con un solo corte al mercado en 1989. A partir de ese momento la tecnología se ha desarrollado rápidamente, dando lugar a un aumento constante en el número de filas de detectores implementados en cada máquina. En 2001, fue introducido un escáner de 16 cortes y un escáner de 64 cortes se introdujo tres años después. Hoy en día, prácticamente todos los tomógrafos en uso son escáneres en espiral.
Un escáner espiral de 64 cortes puede producir una imagen completa en pocos segundos, lo que permite adquirir un amplio conjunto de datos mientras toda la anatomía del paciente permanece en una posición. La tomografía computarizada espiral es también única porque ofrece informaciones detalladas de casi todos los órganos del abdomen superior y la pelvis con un examen rápido.
El dato obtenido de la tomografía espiral se adapta perfectamente a la reconstrucción tridimensional. El software y los sistemas informáticos avanzados permiten obtener imágenes asombrosas de 3D de "realidad virtual", que son fáciles para los médicos de leer y utilizar.
Los escáneres espirales proporcionan imágenes en 3D claras y precisas de los vasos sanguíneos complejos, así como una excelente visualización de los tejidos internos, haciéndolos valiosos para evaluar rápidamente las graves lesiones de trauma y permitir a los cirujanos de visualizar y planificar la reconstrucción de fracturas complejas.
Los procedimientos no invasivos de endoscopia guiada virtualmente por tomografías permiten a los médicos de observar el interior de estructuras tales como el colon y los bronquios sin realizar procedimientos invasivos endoscópicos. Estas endoscopias virtuales son particularmente valiosas en cuanto a que permiten la adquisición de imágenes que no podrían ser adquiridas a través de endoscopia tradicional debido a las limitaciones anatómicas o la seguridad del paciente.
Los escáneres espirales son diferentes de los primeros escáneres de tomografía porque la fuente de rayos X traza una trayectoria rápida a espiral o helicoidal alrededor del paciente, en lugar de un conjunto que contiene una fuente que emite un rayo cónico y una matriz 2D de detectores de rotación alrededor de un paciente inmóvil para obtener una imagen de un solo corte a la vez. En un escáner espiral, tanto la fuente de radiación como el conjunto de detectores se montan sobre un pórtico que gira alrededor del paciente a un velocidad fija, mientras el paciente esta movido lentamente por la espiral. Esto permite la adquisición rápida y continua de los datos de toda la zona anatómica de interés.
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